Amar y ser amada

¿Una necesidad absoluta o una opción deseable?

 Cuando una relación de pareja se acaba, ante una ruptura sentimental, muchas emociones te alteran, muchos sentimientos te invaden, pero sobretodo aparece una nueva perspectiva de vida:

el seguir adelante…sola…o solo,

y puede que nunca antes hayas vivido ese instante, y eso da miedo

Quizás recuerdes que hubo un día en que quisiste independizarte e irte a vivir sola o solo y te pareció genial esa posibilidad de aventura, pero conociste a alguien, te enamoraste y comenzasteis una vida juntos. O quizás siempre creíste que tu vida era encontrar a alguien, amar y ser amada, y nunca contemplaste otra alternativa.

Puedes tener una dependencia del amor de otro, o asumir una independencia emocional. No estas “obligado” a estar solo, simplemente tienes la capacidad de sentirte feliz si estas solo.

Según sean tus pensamientos, así serán tus sentimientos y consecuentemente tus acciones.

“la única manera de ser feliz es encontrar una pareja”

“sin alguien a mi lado, no soy nada”

Estos pensamientos no son realistas ni están basados en hechos o argumentos reales, y tienen como consecuencia el sentirse desanimado, alimentan la autocompasión, alejan cualquier iniciativa de hacer cosas y evidentemente el sentir terror a estar sola.

De hecho si te paras a pensar racionalmente, muchos de los logros y satisfacciones los obtenemos por nosotros mismos.

Hay experiencias agradables  que no necesitan de la compañía de otro.

Tener alguien a quien amar o ser amado es un deseo maravilloso, y puede cumplirse...o no, pero nunca es una necesidad absoluta para experimentar la felicidad.

Bucea en tu interior y descubre cuales son tus cualidades, que valores guían tu vida, que actividades agradables puedes realizar sola, que opciones de aprender algo con lo que disfrutes quieres descubrir.

Y no estoy hablando de crear momentos temporales de distracción, estoy hablando de preocuparte por ti mismo, de atenderte como  tratarías a un amigo querido, con amabilidad, con tolerancia por los defectos y apreciación por los éxitos.

Demuéstrate que tienes todo el potencial para ser feliz, y si después aparece alguien, la relación puede ser de maduración mutua en lugar de dependencia y demandas recíprocas.

 

En realidad tú y solo tú puedes hacerte feliz. Nadie más puede