En estos momentos, la “incertidumbre” es la protagonista en la vida de muchas personas. La generación del trabajo para toda la vida, del piso en propiedad, del coche,  las vacaciones, las relaciones sociales, se encuentra con que ya no tiene todo bajo control: ¡la crisis también va con ellos!

La realidad es que el cambio y la incertidumbre forman parte de nuestras vidas. Pensar lo contrario es completamente ilusorio. Es necesario tomar conciencia de ello, ya que eso nos llevará a aprender a adaptarnos continuamente y a ser flexibles con las ideas preconcebidas, incluso sobre nosotros mismos. Es necesario admitir que no es posible controlarlo todo porque a veces nuestra vida se llena de misterios, de situaciones sin explicación y de preguntas sin respuestas.  

MOMENTOS DE INCERTIDUMBRE….

                                   MOMENTOS DIFÍCILES DE MANEJAR

Hablamos de “incertidumbre” cuando no tenemos visibilidad sobre lo que va a pasar, cuando se ha desvanecido nuestra capacidad de predecir y, por tanto, no podemos controlar lo que sucederá en un futuro inmediato.

No estamos entrenados para vivir en la incertidumbre. Por ello, cuando la vivimos, nos sentimos descolocados, indefensos e inseguros. Todo ello nos crea un estado de inquietud y de ansiedad. Son momentos en los que sólo vemos lo negativo y nos es difícil pensar que puede haber algo positivo.

“las nubes traen la lluvia fértil y a veces la tormenta devastadora. Esperemos”

                                                                                                                        Lao-Tse  

¿Cómo manejar esas situaciones? ¿Cómo vivirlas mejor?

Identificando lo que depende de nosotros y que podemos controlar.

Puedes escoger tu actitud, cómo te vas a posicionar ante esa situación, qué estados de ánimo deseas sentir que te vayan a ser mas beneficiosos para salir adelante.

Atiende a esos sentimientos que te invaden, ponles nombre y exprésalos, compártelos con las personas que te quieren.

Utiliza tu historia, forma parte de ti. Evoca un momento en el que sentiste calma, seguridad, alegría, motivación, etc…Ve lo que viste, escucha lo que escuchaste y siente lo que sentiste, tan vívidamente como puedas. Visualiza esa imagen del pasado para cambiar ese estado emocional presente que te está influyendo negativamente.

   

Atrévete a cuestionar cómo interpretas esa realidad ya que, por lo general, cada uno ve las cosas según su educación, sus creencias, sus valores. Trata de salir de tus esquemas habituales y aprende a ver las cosas desde otros enfoques, para abrirte a nuevas opciones que te puedan ser útiles.

Averigua cuales son tus valores, porque son los que te impulsarán a seguir adelante y tienen mucho que ver con tu manera de pensar y actuar. Posiblemente, nunca te has parado a reflexionar sobre cuáles son, nombrándolos, enumerándolos. Eso te ayudará a decidir qué luchas merece la pena luchar y cuales no, y dará sentido a lo que hagas.

“la vida es lo que te pasa mientras estas ocupado en hacer otros planes”(J.Lennon)

Si algo esconden las situaciones de incertidumbre es que nos despiertan,

nos ayudan a conocernos mejor, a parar y reflexionar sobre etiquetas falsas que teníamos o pensamientos que nunca habíamos cuestionado, que somos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos y valorar qué tenemos y quienes somos para, con ilusiones renovadas, crear nuevas expectativas.

                                                              

“No te rindas que la vida es eso,

 continuar con el viaje,

 perseguir tus sueños,

 destrabar el tiempo,

 correr los escombros,

 y destapar el cielo”

                            Mario Benedetti